A partir de hoy va a haber varios días intensos, así que esta semana ha sido un poco atareada, porque además he estado preparando otros días intensos de principios de marzo.
Para empezar, hoy es el cumpleaños de Roberto, y su novio Manu, que está en Alemania de auxiliar de conversación, me escribió hace tres semanas para hacerme su cómplice en la sorpresa que le había preparado: aparecer aquí de repente y celebrarlo juntos. Así que el otro día le dije a Roberto que venga a casa a cenar, para tenerlo controlado, y a Manu le expliqué cómo llegar él solo desde el aeropuerto. Si lo consigue es que sabe desenvolverse en cualquier sitio. Esta mañana he ido al Terkenlís, una cadena de pastelerías muy conocida en Salónica, y he comprado una tarta de Oreo.
La excusa para cuando llame abajo Manu es decirle (o haberle dicho) a Roberto que va a venir mi casera a cobrar el alquiler; como es principio de mes, colará perfectamente. Y como Manu llegará como mínimo a las 21:30, tendré que estar diciendo a cada rato «Hay que ver esta mujer, a qué hora va a venir a cobrarme», «Hay que ver, que me tiene toda la tarde esperándola sin salir de casa y todavía no viene».
Además de todo esto, Sara, una granadina amiga de ellos a quien yo conocí por Twitter, me escribió hace unos días para decirme que viene a Salónica el martes, y le dije que se quedara en casa porque el primer día aún estaría Manu con Roberto y no habría espacio allí para ella. No sé qué veremos o qué quiere hacer ella, pero lo que es seguro es que hasta el jueves estaré ocupada.
Y esta semana también he estado organizando mi primera mitad de marzo: el día 3 sale Γιώργος con un permiso de nueve días y hemos decidido pasar un par de ellos en Xanci, ciudad tracia a medio camino entre Salónica y el cuartel. Pero no es solo eso: el día 9 vuelo a Gijón para asistir a un acto de ACE Traductores: Tradutores Verdes [Fritos]. Así que me perderé un par de días de su permiso, pero no he podido cuadrar los vuelos de otra manera: las combinaciones entre Salónica y Asturias están regular. De hecho, vuelo a Gijón con escala en Roma dos días antes de que empiecen las jornadas y para volver tengo que pasar tres días enteros en Roma hasta coger el vuelo a Salónica; cómo estarían los vuelos para que acabara yo decidiendo que me compensa esperar tres días en Roma hasta el vuelo del jueves. De la odisea que viví hasta encontrar la combinación de vuelos no voy a dar más detalles, y no me voy ni a meter en la segunda odisea que fue hacer la transferencia bancaria para pagar la inscripción.
La excusa para cuando llame abajo Manu es decirle (o haberle dicho) a Roberto que va a venir mi casera a cobrar el alquiler; como es principio de mes, colará perfectamente. Y como Manu llegará como mínimo a las 21:30, tendré que estar diciendo a cada rato «Hay que ver esta mujer, a qué hora va a venir a cobrarme», «Hay que ver, que me tiene toda la tarde esperándola sin salir de casa y todavía no viene».
Además de todo esto, Sara, una granadina amiga de ellos a quien yo conocí por Twitter, me escribió hace unos días para decirme que viene a Salónica el martes, y le dije que se quedara en casa porque el primer día aún estaría Manu con Roberto y no habría espacio allí para ella. No sé qué veremos o qué quiere hacer ella, pero lo que es seguro es que hasta el jueves estaré ocupada.
Y esta semana también he estado organizando mi primera mitad de marzo: el día 3 sale Γιώργος con un permiso de nueve días y hemos decidido pasar un par de ellos en Xanci, ciudad tracia a medio camino entre Salónica y el cuartel. Pero no es solo eso: el día 9 vuelo a Gijón para asistir a un acto de ACE Traductores: Tradutores Verdes [Fritos]. Así que me perderé un par de días de su permiso, pero no he podido cuadrar los vuelos de otra manera: las combinaciones entre Salónica y Asturias están regular. De hecho, vuelo a Gijón con escala en Roma dos días antes de que empiecen las jornadas y para volver tengo que pasar tres días enteros en Roma hasta coger el vuelo a Salónica; cómo estarían los vuelos para que acabara yo decidiendo que me compensa esperar tres días en Roma hasta el vuelo del jueves. De la odisea que viví hasta encontrar la combinación de vuelos no voy a dar más detalles, y no me voy ni a meter en la segunda odisea que fue hacer la transferencia bancaria para pagar la inscripción.
