miércoles, 20 de mayo de 2015

Αριάδνη

Ήρθε η άνοιξη και το μυαλό μου ξύπνησε από το χειμερινό λήθαργο που το κάνει να λειτουργεί αυτόματα. Επιτέλους κάνει ζέστη και σκέφτομαι καθαρά. Τόσο καθαρά που ο νους μου ξεφεύγει πολύ εύκολα και χωρίς να το καταλάβω βρίσκω ξαφνικά ότι έχω χάσει τις δύο τελευταίες φράσεις της καθηγήτριας ή η μετάφρασή μου έχει δέκα λεπτά να προχωρήσει.

Περιέργως, παρόλο που βρίσκομαι στην Αθήνα, μου λείπει η ελληνικότητα της Μάλαγας. Παρόλο που εδώ πέρα έχω όσα βιβλιοπωλεία θέλω και την βιβλιοθήκη της Φιλοσοφικής Σχολής, μου λείπει η γωνία με τα ελληνικά βιβλία της δικιάς μου Φιλοσοφικής Σχολής· μου λείπει εκείνο το γραφείο στον πρώτο όροφο του πύργου της μετάφρασης, όπως τον λέμε, όπου πάντοτε βρίσκει κανείς τη σωστή συμβουλή, παρηγοριά ή απλώς ένα γεια γεμάτο χαρά. Μου λείπει η διαθεσιμότητα της κατοίκου του διπλανού γραφείου να εξηγήσει τι σημαίνει κάτι ή γιατί πρέπει να μεταφραστεί μία λέξη με έναν τρόπο ή άλλο. Υπάρχουν εδώ κάποιοι που έχουν γίνει πρέσβεις κιόλας (!), όμως δεν έχουν και πολλή ιδέα από αυτά και δεν θα μου λείψουν.

Θυμάμαι συχνά κι ένα μικρό γραφείο στον τέρμα πάνω όροφο ενός κτηρίου κοντά στο ποτάμι που σχεδόν ποτέ δεν είναι ποτάμι, και τους δύο κατοίκους του με τους οποίους παρακολουθήσαμε ως κοινό εκείνες τις ομιλίες που τόσο μου λείπουν. Μου λείπουν και τα χαιρετήσματα του ενός, όλου χαμόγελα, κάθε φορά που με βλέπει.

Όλων αυτών τα ονόματα ακούγονται μέσα σε αυτό το σπίτι τουλάχιστον μία φορά την εβδομάδα. Σε όλους σας, recuerdos desde Grecia.



jueves, 14 de mayo de 2015

Μελέτη

Hoy me he comprado, además del libro que tenemos que leer para la próxima clase en la Fundación, otros dos libros de los que tenía un gran antojo desde hacía varias semanas: Τίτλοι τέλους, el cuarto libro de la trilogía de la crisis de Márkaris, y Τυχαίο συναπάντημα και άλλες ιστορίες, de Didó Sotiríu, que espero que no sea tan tremendo como sus novelas; aún no estoy preparada para ellas. Al menos, al ser historias cortas, si son duras se acabarán pronto.



lunes, 11 de mayo de 2015

Υπάτη

El próximo 20 de mayo terminan las clases de griego en el Διδασκαλείο y la profesora nos dijo que ese último día, después de la clase, tendrá lugar un pequeño acto de despedida donde hablarán los profesores, y algunos alumnos que quieran participar, y habrá música y bailes. Nos propuso que, si queríamos decir algunas palabras, en lugar de decir lo de siempre, gracias a los profesores y gracias a la Universidad de Atenas, podríamos escribir algo sobre Grecia o sobre un tema que nos gustase, o bien traducir algo, en el caso de los que estamos haciendo el curso en la Fundación.

Decidí buscar si había algún autor español que se refiriera a la Grecia moderna en alguno de sus escritos (de la Grecia clásica estamos ya hartos), pero al no encontrar nada le pregunté a Γιώργος y me dijo que Carles Riba, poeta y primer traductor de Cavafis al catalán, tenía un poema dedicado a Sunio. Siguiendo con la búsqueda de catalanes, di con un poema de Salvador Espriu que me gustó mucho, así que lo seleccioné junto con el de Riba y traduje ambos al griego. La versión definitiva, tras pasar por una revisión de Γιώργος, están ya en el blog, aquí y aquí.

sábado, 9 de mayo de 2015

Ἄτη

El otro español ha desertado. Me reincorporo a las clases tanto en la fundación como en el Διδασκαλείο con un par de semanas de retraso con respecto a los demás compañeros debido al esguince y me entero de que después de las vacaciones de Pascua, que pasó con su amiga la serbia en Belgrado, no volvió a Atenas sino que probablemente se fue directamente a España.

No digo que me lo esperase, porque algo así una no se lo espera, pero tampoco me pilla completamente por sorpresa. A pesar de que según mi profesor (que le escribió la carta de presentación cuando echó la solicitud para el curso) estaba bastante interesado por la traducción de griego como por este curso en concreto pese a no haber estudiado nada relacionado con ello (ni Traducción ni griego moderno: Filología Clásica), nada más llegar ya se estaba quejando de lo mal organizada que estaba Atenas, y qué caótica, y qué mal esto, y qué mal lo otro, y qué poco correcto es que llueva cinco minutos y haya que alquilar una barca para ir por la calle, ¡que es una capital! Como si fuera la primera vez que pisa Grecia, como si no supiera que Grecia funciona así, como si no fuera consciente que las cosas no pueden ser en todas partes igual que en su querida Madrid. Además, uno de los objetivos del curso, como queda claro viendo el dineral que nos pagan al mes y, por si nos quedase alguna duda al respecto, como nos confirmó Valtinós un día en que vino a vernos a una de las clases, es integrarnos en Grecia, verla, hacer amigos, hacernos un hueco en la sociedad, para así entenderla mejor y ser capaces de traducir. Pero él se lo montó de tal manera que ni siquiera hablaba griego todos los días: se pasaba todo el tiempo con su amiga la serbia, que como habla español él lo tenía fácil; y cuando ni siquiera llevábamos un mes de clases se trajo a la novia desde España hasta Navidad, que volvieron juntos. No iba a las clases con Olalla en el Cervantes, por lo que no veía con él las traducciones de cada mes. Encima de que  Olalla había hecho el esfuerzo de preguntar en dirección si podíamos ir los dos de oyentes, digo yo que qué menos que ir, aunque no fuera obligatorio.

Un día, después de Navidad, teníamos clase de Teoría de la Traducción. Yo llegué la primera y me dijo la secretaria que había llamado la profesora para decir que llegaría un poco tarde, que nos bajáramos un texto que había subido al e-Class y fuéramos mirándolo para ver unas cosas cuando llegara ella. Entonces llegó Juan y le dije los deberes. «Que dice la profesora que nos bajemos un texto del e-Class.» «¿Cuál es la dirección de eso?» Olé tus huevos. En otra clase de estas, casi al principio, la profesora nos pidió que buscásemos revistas literarias de nuestros países que aceptasen también traducciones (buen ejercicio, para saber adónde dirigirnos); él cogió y le escribió a mi profesor en vez de siquiera intentar buscar nada.

Todo el día viajando, perdiendo un montón de clases, que encima tenía la posibilidad de que no le contaran como ausencias en el cómputo total porque presentando los billetes en secretaría te quitan las faltas. Además, en enero, cuando no hacía ni un mes que había vuelto de pasar la Navidad en España, se volvió a ir, y sin fecha de vuelta. Estuvo allí tres o cuatro semanas y luego volvió como si nada. Qué clases más aburridas, menos mal que me he perdido unas cuantas. Precisamente él, que no tiene idea ni de lo uno ni de lo otro; porque algunos somos traductores y tenemos ya una base de Teoría de la Traducción (pero no nos aburrimos, porque vemos ejercicios y textos con alguna dificultad traductológica), y otros son filólogos griegos y saben de Literatura Neogriega, pero él era el único que no le daba a nada.

Deberían hacerle devolver el dinero. Total, lo único que han hecho ha sido pagarle viajes por Grecia y a España.

jueves, 7 de mayo de 2015

Μνημοσύνη

El otro día fue la graduación de Γιώργος. Las graduaciones en Grecia son bastante diferentes de las nuestras en bastantes puntos: para empezar, hay que haber acabado la carrera para hacerla, es decir, hay que tener aprobadas todas las asignaturas. De hecho, no lo llaman 'graduarse' sino 'hacer el juramento' (ορκίζομαι; la ceremonia se llama ορκομωσία). Por lo tanto, uno no se gradúa con los demás alumnos de su promoción, sino con los que tengan todos los créditos en el momento pertinente. Además, hay tres ορκομωσίες cada curso: los que terminan en junio se gradúan en agosto-septiembre, los que terminan en septiembre se gradúan en noviembre-diciembre y los que acaban en febrero se gradúan en abril-mayo. Los dos meses de espera que hay en medio es el tiempo que tardan en salir los documentos, a saber: el certificado de notas y el título. Sí, el título tarda un par de meses. Se trata ciertamente de un simple papel (quizá no tan fino como un folio normal, pero es A4) en el que dice que el estudiante tal ha concluido sus estudios en Filología Tal, como confirman los abajo firmantes, que son la secretaria del Departamento y otro miembro más de la administración que ahora mismo se me escapa. en cualquier caso, no lo firman miembros del personal docente. Por supuesto, está el título título, el 'papiro' como lo llaman ellos, de tamaño más grande y con todas las florituras correspondientes, pero no tiene ninguna validez legal y sirve sencillamente para enmarcarlo y tenerlo colgado en la pared.

La ceremonia de graduación puede ser compartida con otra carrera; por ejemplo, esta vez se graduaron los de Filología Hispánica y los de Filología Alemana (es decir, los que acabaron la carrera en febrero). Una cosa que parece que es universal es el carácter de gala que han adquirido estas cosas, especialmente en el flanco femenino. Por otro lado, durante la ceremonia en sí todos llevan puesta una toga celeste (no sé si el color varía según la carrera o la rama) y en teoría también un gorro, aunque aquel día no estaban disponibles y no se los pusieron.

La ceremonia consiste básicamente en leer. Lee el vicerrector, lee el subdirector del Departamento (unos discursos muy elaborados y claramente nada repetidos de graduación en graduación: «Suerte en vuestra entrada en el mundo laboral, que os vaya bien si decidís seguir estudiando, en nuestra universidad tenemos muy buenos másteres»), leen los alumnos. Los dos alumnos con la mejor nota (la dicen junto con el nombre) leen el juramento (όρκο) religioso y el civil. Una mera formalidad, pero como están escritas en καθαρεύουσα la gente no sabe ni lo que está leyendo. Sí, personas con un nueve y pico en una filología que no se enteran de lo que leen.

Cuando ya no queda nadie por leer van llamando a los recién egresados por orden alfabético (están sentados todos juntos en la parte de delante) para que se acerquen a donde están los rectores, decanos, directores de departamento o no sé quiénes eran y recojan su título. Después se van poniendo en un pedestal que hay en la parte de atrás para hacerse la foto todos juntos, y después de esta foto oficial es cuando permiten a los familiares y amigos asistentes acercarse y hacer todas las fotos que quieran, las cuales repetirán también fuera del edificio (que no es la facultad de cada uno sino el central de la Universidad).

Y a partir de ahí cada uno se va con su familia a comer para celebrarlo (vinieron los padres y el hermano desde Patras), o de fiesta con el grupo o ya lo que surja.

Fuente: schopenhauertelescope.blogspot.gr, desde Google

Universidad de Atenas (edificio central)