lunes, 18 de julio de 2016

Δίκη

Estoy de la gente imbécil, incompetente e inútil hasta el mismísimo muní. Primero los de la Embajada de España en Atenas, quienes no quiero dejar de destacar que aún no me han enviado a casa mi copia sellada de la solicitud de voto por correo, desde el 13 de mayo que fui al Consulado de Salónica a tramitarlo. Pero no nos enviemos. El caso es que el otro día llego a la Embajada, llamo al telefonillo y...

—Παρακαλώ;
—Hola, venía a traducir unos documentos.
—Ok, come in.

¿EN SERIO? Pues entro y tras el cristal veo a un hombre de unos treinta años (genial, mi amiga está de vacaciones) y, sobre su mesa, el diccionario azul y el amarillo. El sujeto hablaría muy bien español, pero ¿qué hace atendiendo al público en una embajada de otro país? Creía que había que ser funcionario para trabajar en una sección consular. Y aunque lo sea, las embajadas están para solucionar problemas que le surgen a la gente en otro país; si encima te atiende un extranjero, ¿qué te va a saber solucionar? Ni siquiera entendió a la primera que lo que yo quería era traducir los documentos que le llevaba. Eran el título y demás papeles académicos de Γιώργος para poder preinscribirse, y luego matricularse, en el máster de la UMA.

Cuando por fin entendió mis intenciones, me explicó amablemente que en la Embajada de España no hay servicio de traducción y que debía llevar los papeles al servicio de traducción del Ministerio de Exteriores griego. Sí, allí donde no tienen ni idea de español ni de traducción (y menos de traducción inversa al español) y donde grapan títulos oficiales originales, dejándoles, en el mejor de los casos, dos adorables agujeritos para toda la vida. Una vez traducidos allí, en la Embajada de España los sellarían todos y así validarían la traducción para su uso en la Administración española, que solo acepta traducciones de embajadas o de traductores jurados de la lista oficial, y muy bien que hace.

Volví a casa y lo primero que hice fue escribirle al traductor jurado de griego que vive en Atenas (ya lo tenía fichado de haber consultado la lista oficial hace dos años), y me contestó amablemente que estaba fuera de Atenas. Probablemente de vacaciones. Le escribí entonces a Vicente para preguntarle si Leandro, el profe de griego de la EOI de Madrid que se presentó el año pasado a los exámenes de jurado y aprobó, está habilitado para ejercer, pues en la lista no aparecen datos suyos. Esperé de miércoles a lunes, y como Vicente no contestaba le escribí a María, pero para preguntarle si Vicente estaba bien. Me pasó el correo de Leandro y me indicó que llevaban unas semanas frenéticas en la UMA. Leandro, por su parte, me explicó que había un problema administrativo y aún no estaba habilitado para ejercer de traductor jurado, así que tenía que buscar otra solución. Cualquier cosa antes que dejar los documentos en el otro lado. Busqué entonces en la lista al profesor de griego de la UAM, que tampoco estaba disponible pero le reenvió el mensaje a un compañero que me pidió los documentos escaneados para hacer un presupuesto. Salí corriendo a una copistería, le envié los pdf y calculó unos 150 €. Entonces fue cuando llamé a Γιώργος y le conté todo esto, porque en última instancia los documentos y el proceso de preinscripción eran suyos y él tenía la última palabra. Dijo que los llevara al ministerio, que total, iba a salir más barato. Allá él.

Segundo, el tío que me atendió en el ministerio vio que en la solicitud de traducción yo había marcado la casilla de «Traducir la Apostilla de La Haya» y me espetó que cómo quería que la tradujesen, si lo que yo les daba era una fotocopia. Claro, te voy a dar el título original para que lo grapes. Le dije que era una fotocopia compulsada (aquello más sellos y firmas oficiales no podía tener), así que la Apostilla fotocopiada era válida, y él en sus trece. Hasta el punto de ignorarme mientras se lo explicaba. Y mientras le preguntaba en su cara «¿Me está escuchando?». Al final lo dejé y me fui diciéndome que hicieran lo que quisieran.

Sin embargo, como me quedé con la mosca detrás de la oreja, decidí asegurarme y escribir un correo a la Oficina de Información de la UMA. Y entré en contacto con el tercer imbécil, un funcionario con profundas deficiencias de comprensión lectora.


Cuando por fin recogí las traducciones (bastante mejorables) tres semanas después, las llevé a la embajada y ya había vuelto de vacaciones mi amiga granadina. Le dejé las traducciones de los cuatro documentos por duplicado para que las sellara y siete eurazos por página. No sin antes...

—Παρακαλώ;
—Hola, vengo a que me sellen unos documentos.
—Come in.

Al día siguiente regresé a recoger las malditas traducciones selladas.

—Παρακαλώ;
—Hola, venía a recoger unos papeles que dejé ayer.
—Come in, come in.

Por si todos estos inútiles no fueran suficientes, también tuve un encontronazo virtual con una de las jefas. Y van cuatro:

Hola, XXX. Confirmado queda; este lo hará Yorgos también.

Te quería preguntar, ¿no hay más tours para julio? ¿Solo el que hice el día 3 y el que me mandaste ayer para el 21? Me parece raro porque el año pasado el 12 de julio ya habíamos hecho cinco tours, y en el resto del mes hicimos otros ocho. ¿O es que se los estáis mandando a Kiriacos? Es más que nada porque nos habíais dicho que esperabais este verano aún más clientes que el anterior, y esperábamos juntar algo de dinero al final, Yorgos para pagarse un máster y yo porque, como os comentamos, esta vez ya no tenemos casa en Atenas y estoy de alquiler, y esperaba que por lo menos me diera para los gastos, pero el mes pasado solo me dio justo para la mitad del alquiler + supermercado.
Un saludo.
Hola Julia,
Este año hay el mes de julio ha sido mucho más flojo que el año y algunos clientes no quieren el tour.
Estamos repartiendo a partes iguales los tour entre vosotros y Kyriakos ya que nos ha estado dando apoyo estos meses, de hecho le hemos dado menos tour a Kyriakos que a ti este mes.
En Agosto tenemos más tours que en julio pero quizás menos que en agosto del año pasado, pero este año en general está siendo más flojo ya que la crisis está afectando y muchos clientes no cogen el tour.

Pero Kiriacos os ha estado ayudando estos meses porque nosotros no estábamos. Tenía entendido que el trato era que, una vez entramos nosotros, él pasa a un segundo plano y hace solo los tours que nos coinciden a nosotros (o en este caso a mí, hasta que venga Yorgos el 26) el mismo día a horas diferentes, por ejemplo, como hacía yo el verano pasado con Yorgos, vamos. Es que para el volumen de tours que hemos tenido hasta ahora, los podía haber hecho una sola persona. Por otra parte, no creo que la culpa sea de la crisis, porque el año pasado también había y tuvimos trece tours en julio (más los de Yota), frente a los dos de ahora. 

Buenos días Yorgos;
Cómo estás? Espero que bien.
Sé que hasta el día 26 no regresas, pero a partir de ahora serás tú quién gestione y haga el reparto de los tours. Como hasta el 26 no vendrás se los pasaré a Julia pero te pondré a ti en copia puesto que ya voy a pasar algunos tours para agosto (que tu repartirás e irás apuntando quien los ha realizado para hacer el pago a la persona que corresponda). Como hemos quedado tú y yo, serás tú el que haga los tours (junto con Julia), pero me gustaría que también tuvieras en cuenta a Kyriakos puesto que es un guía local griego  del que la gente viene muy contenta con su trabajo.
Comentarte que  siento discrepar sobre el email de Julia (email que no parece para nada correcto), la crisis está afectando en general a todo el turismo en España y a mayores los primeros meses del año hubo otros factores como el tema de los refugiados que nos ha afectado a las ventas. Muchos clientes de los que tenemos este año no quieren el tour o van directamente a las islas. Por otro lado no creo que yo (XXX en este caso) tenga que dar explicaciones sobre la facturación y ventas de este año. 
Cuando regreses me gustaría que te pusieras en contacto conmigo para charlar sobre el tema.

Mira, XXX, no te parecerá correcto mi correo, pero a mí tampoco me parece bien que me mandes un correo hablando sobre mí en tercera persona. En primer lugar, Kiriacos no es un guía local griego, sino un muchacho griego que se gana la vida dando clases particulares de español. Y en segundo lugar, insisto en que refugiados y crisis había también el verano pasado; y quizás sí que deberías darnos alguna pequeña explicación sobre la facturación de XXX puesto que nosotros trabajamos para vosotros. Si mis gastos totales del mes son 400 € y en julio voy a tener solo dos tours por los que voy a ganar 60, sinceramente, me parece una limosna.

No ha contestado hasta hoy y no creo que vuelva a dirigirme la palabra, pero creo firmemente que tengo toda la razón.


Aparte de todo esto, el ambiente en casa no es que sea del todo propicio para ayudarme a relajarme. Resulta que aquí nadie se va hasta finales de verano, para aprovechar, y además a principios de mes llegó un inquilino que calificaría como más sucio que la gata y que ocupó la cuarta habitación, que había quedado libre. De hecho, esta habitación es el salón de la casa, así que es la que tiene la terraza y ya no puedo tender ahí. Se pasa el día dibujando (es tatuador y ha montado su estudio en su cuarto) con música a toda pastilla sin preguntar a quién molesta o a quién no.

Ayer se fue el hermano de la otra, que me había robado el colchón extra que tenía debajo de mi cama para cuando viniera Γιώργος, que también ponía su música durante todo el día y cuya presencia contribuía a atestar la casa, el baño y la cocina.

Qué asco de vida.

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